https://youtu.be/cO4tG8TCbDw
UVE DE LA CLASE SOCIOFORMATIVA
https://drive.google.com/open?id=0B4bNtkQW35TcQXBmVEZNSlF3eE0
RESPONSABLES:
DENIS MARINA SEVERICHE
JUAN CARLOS VILLALBA
IVAN DIAZ HERRERA
ALBERTO PAYARES SEVERICHE
miércoles, 29 de julio de 2015
miércoles, 15 de julio de 2015
LA IMPORTANCIA DE LA SOCIO-FORMACION EN LA EDUCACION DEL SIGLO XXI
LA IMPORTANCIA DE LA SOCIO-FORMACION EN
LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI
https://drive.google.com/open?id=0B4bNtkQW35TcUHpnRDBnTGJSbzA
La
historia de la educación, está asistida de numerosos cambios, que sin lugar a
duda, fueron la formación de personas ideales que respondían con idoneidad a
las necesidades de cada época y a los intereses estatales, pero estas transformaciones
no siempre han sido punto de un trabajo
de investigación interdisciplinarios que considere al individuo como lo que es:
una integralidad de dimensiones que deben ser desarrolladas simultáneamente, para
no crear desequilibrio que afecten su personalidad. Es así que el proceso de la
educación he estado guiado por enfoques equivocados y descontextualizados que
lejos de formar personas humanas, han dado origen a situaciones sociales, tales
como el egoísmo salvaje y la deshumanización, entre otros males, fatales para
la convivencia pacífica y el progreso .
La
verdadera educación debe tener como fin la formación integral de seres humanos que
gestionen su propio proyecto de vida, dentro de un marco ético y solidario, que
permita un accionar fructífero y una convivencia armónica que produzca
desarrollo y bienestar tanto en el nivel individual como social.
Siendo
consientes con lo anterior se procede a opinar que la aparición del enfoque
socio-formativo del doctor Sergio Tobón llega a este momento actual
caracterizado por la globalización y los impresionantes avances tecnológicos,
como anillo al dedo, no solo porque plantea una formación basada en
competencias, sino también un desempeño eficaz, para ser solidario en el ineludible
encuentro con los demás y permite construir su propio proyecto de vida.
Esta
propuesta pedagógica que busca además la formación humana, fomenta la
construcción del aprendizaje autónomo y busca el des arrollo del espíritu
emprendedor. Se considera oportuno y necesario porque aunque no esté totalmente
perfeccionada, es muy significativa ya que brinda un conjunto de sugerencia,
que de ser obedecidas elevaría notoriamente la calidad de la educación.
¿Pero
cuáles son esas sugerencias? Veamos algunas de las más importantes:
- Reemplazar
la enseñanza de asignaturas por proyectos formativos que conduzcan a
estudiantes a la autorrealización y puedan continuar a la vez a la convivencia
social, al equilibrio ambiental y al desarrollo económico.
- Concebir
al ser humano en su integridad, que se realice compartiendo con los otros.
- Desarrollar
competencias con base en los problemas del contexto y los talentos de los
estudiantes.
- Trabajar
mediante la valoración con el fin de promover la formación humana.
- Asumir
el rol docente como mediador de la formación humana integral en lugar de la
transformación de la información.
Instalar
este enfoque socio – formativo en los PEIs institucionales, es un reto que
además debe enfrentarse con reciprocidad y entusiasmo a fin de que la educación
formal contribuya con la continuación de los futuros ciudadanos y el nuevo país
que anhelamos. No es imposible, antes por el contrario, parece que el autor de
este enfoque busca simplificar la planeación de los docentes y también sugiere
un formato más simple y claro que lleva a la vez a una evaluación sistémica y
por supuesto formativa a través de una rúbrica donde el estudiante tiene la
oportunidad de alcanzar sus logros y sus falencias para mejorar.
Ahora
se invita a los compañeros docentes, padres de familia y a todos los que tengan
que ver con la educación a asumir las competencias como un modelo para mejorar
la calidad de la educación, es decir, permita SER, para crecer y saber hacer con
la excelencia que demanda las circunstancias y la vida.
Para
finalizar se discute el concepto de ser humano de Edson Marín (2000. Pág. 14)
para tenerlo presente y así la tarea del docente se haga con mayor eficacia y
precisión.
El ser humano es a la
vez físico, biológico, psíquico, cultural e histórico. En esta unidad compleja
de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación,
a través de las disciplinas y esta la ha imposibilitado. Es lo que significa
ser humano. Es necesario retomarla de tal manera que cada uno desde donde esté
tome conocimientos y consciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de
su identidad común con todos los demás humanosESTA ES UNA INVITACION
ESTA ES UNA INVITACION
https://drive.google.com/open?id=0B4bNtkQW35TcWkMxWHdla0JINFE
https://drive.google.com/open?id=0B4bNtkQW35TcWkMxWHdla0JINFE
POR:
ALBERTO
PAYARES SEVERICHE
Al hacer una reflexión sobre
el estado de la Educación en Colombia, debemos iniciar o reconocer la baja
calidad que ésta manifiesta tanto en las pruebas internas como en las externas,
a lo cual deben sumarse también los problemas sociopolíticos y económicos que
deben ser combatidos con una buena formación ciudadana, ética, científica,
ambiental, es decir, una educación integral como lo plantea la Ley 115, que
conduzca al cambio de pensamiento y manera de actuar de todos los pobladores.
Esta pretensión, que es un imperativo, requiere de maestros competentes, responsables,
comprometidos y de las herramientas tecnológicas, didácticas y con espacios
apropiados; pero sobre todo de una metodología humanística y un enfoque
pedagógico permanente que promueva valores, conduzca al desarrollo humano y
ético, despierte un espíritu emprendedor, que pueda llevar al progreso personal
y colectivo del país. De nada sirve la Educación si ésta no transforma la
realidad y construye una comunidad pacifica que evidencie el conocimiento, el
cambio y donde hayan proyectos personales que revelen una formación humana y
una sociedad posicionada en el progreso y por su puesto levantando la bandera
de la PAZ.
Como puede verse son muchos
los logros que debemos alcanzar pero hoy los Docentes, Directivos y demás
involucrados con la Educación, contamos con una propuesta, que es fruto de un
trabajo investigativo, que busca permanentemente una formación integral, en
aras del mejoramiento de la calidad de vida un futuro sostenible. Este es el
enfoque Pedagógico Social Formativo del
Dr. Sergio Tobón.
Este es un enfoque que si se
lleva a la práctica, podría ser un instrumento de transformación y por
consiguiente de mejoramiento y progreso, en todos los sentidos, puesto que
además de tener en cuenta la integralidad de los individuos o aprendices y buscar
su potenciación en todas las dimensiones pues se basa en competencias,
consideradas esta como en el saber hacer y sobre todo hacer con otros porque si
todos están capacitados para aportar en ese hacer unos con otros, los
resultados puede ser muy enriquecedores; pero hay que tener presente que
alguien es competente cuando puede integrarse en una tarea con los demás.
Al analizar esta propuesta,
son muchas las bondades que se encuentran, las cuales no vamos a afirmar que
sean la panacea, pero si podría colocar al quehacer Docente en la puertas de
una experiencia significativa y muy provechosa. De esta manera, se sugiere que
todas las instituciones adopten este enfoque que encaja con las necesidades de
este tiempo moderno, globalizado y deshumanizado, para de esta manera se
contribuya con la construcción del nuevo país que todos anhelamos y que estamos
obligados a aportarle desde el campo de la Educación.
domingo, 12 de julio de 2015
miércoles, 8 de julio de 2015
Educación,
socioformación y saber científico
Por
Juan Villalba Uparela.
“Ciencia
sin conciencia sólo es ruina para el alma”
Francois Rabelais.
La ciencia en su actual estado tiene
una deuda de gratitud enorme contraída desde antaño con los enfoques y métodos
que se han utilizado para hacerla avanzar. Los adelantos que se han derivado de
su desarrollo han repercutido luego en el avance de la educación. De hecho,
educación y ciencia ha sido factores que a lo largo de los siglos se han
retroalimentado en procura de la elevación del nivel de vida de sectores diversos
de la sociedad, cuando no de todo el género humano. Ciertamente el rigor
investigativo, la manera sistemática de proceder, e incluso el conjunto de
pasos de concreción de un proyecto de investigación se deben, en gran parte, a
los postulados epistemológicos de numerosos pensadores.
Ahora bien, la formación en
ciencias es tarea que la educación asume voluntaria e inequívocamente.
Brindar un atisbo del estado del
arte actual de la ciencia, esto es, del conocimiento acumulado con que contamos
en este momento, es un trabajo abordado por los servicios educativos que
faciliten la tarea de acceder y aprehender una síntesis del bagaje los
conocimientos de la ciencia que son fundamentales para el empalme con las
disposiciones de la educación superior que tienden a la formación de personal
idóneo y competente para resolución de problemas en el mundo real y
globalizado.
Esta tarea, no obstante, exhibe una
complejidad que rebasa los límites de los enfoques tradicionales de educación
la cual necesariamente, en el mundo de hoy, debe intentar anclar la instrucción
pedagógica con los contextos culturales en los que se mueven los individuos cotidianamente.
Con motivo de abordar tal tarea, la educación se tiene que apropiar de un
enfoque distinto. Es aquí cuando entra en escena la socioformación.
La socioformación crea las
condiciones pedagógicas esenciales para la formación de competencias (1); las competencias científicas deben incluirse
dentro del abanico de competencias que se ven fortalecidas por el enfoque socioformativo.
En un primer momento, las
competencias científicas perseguirán un saber
conocer (posteriormente lo harán también con un saber hacer y un saber ser)
lo cual se vincula a procesos de tipo cognitivo. De aquí que se preste atención
al desarrollo de competencias cognitivas (2) que en principio brinden el
soporte inicial necesario para poder resolver problemas. Pero solamente cuando
este dominio teórico termina por unirse al saber
hacer, la solución de problemas reales recibe un empujón, con las ventajas
que ello conlleva. Y esto, como tal, tiene en principio un interés técnico,
propio de los enfoques tradicionales de la educación.
Pero, para la socioformación,
como enfoque nuevo, sincrético e innovador, las competencias tienen un
significado mucho más acorde a los desafíos contemporáneos. Para Tobón (2013) en la socioformación las competencias son
actuaciones integrales para resolver problemas de contexto con idoneidad,
metacognición y compromiso ético, desarrollando y movilizando el saber ser, el
saber hacer y el saber conocer (3). Esta dimensión integradora de las
competencias socioformativas es el modo en que responde la educación,
científica y eficientemente, a los rasgos desafiantes de la sociedad del
conocimiento en que nos hallamos inmersos hoy día.
Así pues el desarrollo personal que
puede aportar la educación socioformativa no se limita a producir eruditos, seres
tecnócratas, ni hombres unidimensionales, sino que se preocupa por el cultivo
de la pluralidad de las dimensiones de la vida humana. Y la ciencia, junto a
sus competencias, abordada desde este preciso enfoque socioformativo de la educación,
se transfigura en un elemento transformador de la vida para bien porque
responderá a un proyecto ético de vida.
Como la ciencia se ha ido fortaleciendo
con nociones epistemológicas (su propio método) que configuran sus pasos para estos
estén encaminados hacia la obtención de beneficios reales y prácticos, sus posibilidades
de transformación de la vida son puestos de manifiesto por medio de la
educación que divulga los avances. Se deriva de esto que los rudimentos y la
técnica del trabajo científico, que la instrucción pedagógica preconiza, así
como las ventajas que representa para la mejora de la calidad de vida y la autorrealización
de la gente son contextualizados gracias a la puesta en marcha de la
socioformación.
Las competencias científicas no
tendrán ya un carácter academicista sino
práctico a los planes de vida ética de las personas porque la educación
socioformativa, más amplia y conectada, contribuirá al entendimiento de los contextos
humanos. Los descubrimientos, los desarrollos y las competencias, no
permanecerán ajenos a un proyecto ético de vida, sino que, después de un
proceso integrador merced de la socioformación servirán al noble propósito de “humanizar”
a los humanos, de reivindicar el papel que la educación puede cumplir en la
transformación de la vida de los individuos.
Referencias
(1) Cfr. https://prezi.com/yodhfxrlopjz/socio-formacion/.
Recuperado el 1 de julio de 2015.
(2) Una definición
del concepto de competencias cognitivas es la siguiente: “son estrategias y destrezas adquiridas que se basan en experiencias y
aprendizajes anteriores. Capacitan a la persona para realizar unas ejecuciones
concretas y obtener unos rendimientos evaluables: capacidad de comprender,
utilizar y analizar textos escritos para alcanzar los objetivos de la persona
que lee, desarrollar sus conocimientos y posibilidades y participar en la
sociedad”. Tomado de https://pre-texto.wikispaces.com/competencias+cognitivas.
Recuperado el 1 de julio de 2015.
(3) TOBÓN, Sergio (2013) Los proyectos formativos: Transversalidad y desarrollo de competencias para la sociedad del conocimiento. México. CIFE: p. 49
(3) TOBÓN, Sergio (2013) Los proyectos formativos: Transversalidad y desarrollo de competencias para la sociedad del conocimiento. México. CIFE: p. 49
El aprendizaje como deseo legítimo y la socioformación
Por
Denis Marina
Severiche.
En el medio social en que nos
movemos diariamente observamos la creciente necesidad de ponerse al día con la avalancha
de información, datos y noticias que los medios masivos desencadenan sobre
nuestras vidas. Si bien mucha de esa información es incapaz de permearnos o de
llegar a nosotros lo suficientemente depurada, no porque carezcamos del deseo
de conocer esos datos, sino más bien porque carecemos de los medios personales
de aprehensión de esos referentes.
Sumemos a esto que mucha de esa información
no tiene ni incidencia ni relevancia para la realización de los proyectos de
vida de las personas. No se conecta la avalancha mediática con lo que
consideramos significativo en nuestras visiones de la vida.
Con todo, los seres humanos
poseemos por naturaleza la avidez de aprender. Y digo avidez porque indiscutiblemente
es un instinto, es un apetito o incluso una forma de sed o de hambre de tipo intelectual,
pero en la forma de una curiosidad que arrancó desde nuestra misma infancia, y la
cual debería ser encauzada para que se convierta en motor de nuevas
investigaciones, pesquisas y búsquedas vitales que conduzcan la existencia por
derroteros positivos y edificantes. Que sean motor también de otras nuevas
avideces, nuevos apetitos de saber que fomenten el crecimiento individual y
colectivo de la Humanidad. Actualmente la mentalidad de aprender nuevos
conocimientos para la formación propia y plural llega inclusive a las
comunidades nativas más apartadas, a grupos que han sufrido marginación, y
demás colectividades que sapiencialmente han visto en el deseo de prender un
impulso para la superación de sus conflictos y situaciones apremiantes.
La superación personal que es
producto de un proceso de aprendizaje, interiorización e integración de los
instrumentos y estrategias de vida de los que el ser humano hace acopio a lo
largo de su existencia. El enfoque socioformativo de la educación puede
contribuir esta superación personal que, de entrada, se ve favorecida por el
deseo natural de aprender.
Este deseo natural de aprender no
constituye una adquisición contemporánea. Su presencia en el espíritu humano es
de larga data. Pero la demanda de los tiempos modernos exige que aquello que se
aprenda ayude a resolver las inquietudes que descansan en el centro del
espíritu del individuo. Lo que se aprenda debe ser significativo.
La espontaneidad del deseo de
aprender, la naturalidad con que surge en la conciencia de todo individuo y el
impacto positivo que tiene para promover la elevación de la calidad de vida
individual y colectiva es la prueba fehaciente de su legitimidad. La
socioformación, como enfoque educativo integrador y respetuoso de la
multidimensionalidad de la persona humana, contribuye a satisfacer ese afán superador
y, por tanto, a solidificar la legitimación del crecimiento como persona.
Los docentes asistimos a un
cambio de paradigma que va a rehabilitar la valoración e individuos y
sociedades enteras hacen de la educación.
No contar con la información
necesaria para tomar decisiones importantes que aseguren tal subsistencia será
una desventaja que no podrá paliarse sin dificultad. Pero contar con la información
y no tener el ánimo ni el deseo de acceder a ella, de apropiarse de sus
beneficios, es un defecto del carácter que no puede ser reparado por terceros,
porque la emoción por el aprendizaje sólo puede ser sugerida. Recrearla dentro
de cada quien requiere de voluntad afirmativa de quien se acerque a los
servicios educativos. Éstos servicios educativos pueden facilitar la tarea por
la vía del enfoque socioformativo, vinculado certeramente a la totalidad humana.
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